La Reforma protestante llevada adelante por Dr. Martín Lutero en 1517 fue secundada por otros reformadores, especialmente en Suiza por su contemporáneo Ulrico Zwinglio y posteriormente el francés Juan Calvino y su coetáneo Juan Knox de la Reforma Escocesa (Presbiteriana).
Un capítulo aparte tiene la Iglesia Anglicana de Inglaterra que sin un reformador se inscribe entre estas iglesias pero con características propias. Los ingleses fueron los primeros en llegar al Río de la Plata a principios del siglo XIX y construyeron sus templos, alguno de los cuales fueron prestados a la colonia alemana para desarrollar sus actividades cúlticas. También hay que mencionar la Reforma Radical que originó a los grupos anabaptistas (bautismo solo de adultos) y por último el fenómeno pietista que, junto a los anabaptistas, dieron origen a comunidades independientes (Freiekirche).
Pre-reforma, Reforma y Pos-reforma
La Reforma Luterana fue precedida por varios intentos fallidos de reforma de la iglesia en occidente y actuaron aproximadamente 300 años antes de la llegada de Lutero. Entre los más conocidos tenemos a Pedro Valdo de Lyon, Francia (Valdenses que llegan hasta hoy como una comunidad pequeña, pero muy presente en Uruguay), Juan Wicklef de Inglaterra y Juan Huss de Praga. Estos movimientos están inscriptos en la “Pre-reforma” donde tanto Wicklef como Hus dejaron escritos importantes que posiblemente estuvieron en conocimiento de Lutero. Como la Reforma dio pie al inicio de nuevos movimientos la “Pos-reforma” profundizó esta situación creándose diversos movimientos en Inglaterra y Estados Unidos con la proliferación de cientos de iglesias con una marcada impronta congregacionalista y misionera.
Cuando la Reforma protestante luterana cumplía sus 300 años en 1817, el rey de Prusia Federico Guillermo III, hizo un llamado a la unión de las iglesias reformadas y luteranas en una iglesia “unificada”: Iglesia Unida (Kirche der Union). Distintas razones lo llevaron a tomar esta decisión y rápidamente se instaló un sistema de gestión común y administración en las dos principales denominaciones protestantes de Prusia.
Sin embargo, no fue posible formular una confesión común. Y tuvo un carácter no de Unión sino “en unión”, cualidad que perdura hasta hoy y que le da una dinámica especial que permite que distintas confesiones se unan bajo un mismo paraguas marcando una pertenencia pero a su vez respetando las diferencias.
Un concepto que se acuñó en el movimiento ecuménico del siglo XX fue UNIDAD EN UNA DIVERSIDAD RECONCILIADA. Este concepto permite reflexionar sobre modelos de unidad a la luz de recientes acuerdos ecuménicos. El mismo Papa Francisco, cuando visitó a la comunidad evangélica luterana de Roma en la Christuskirche, invitó a pedir «la gracia de la diversidad reconciliada en el Señor», aquel que ha venido a servir y no a ser servido.
Volviendo a la Prusia del siglo XIX, la cara visible de esta iglesia unida fue la famosa Catedral de Berlín (BerlinerDom) que luego de varias reconstrucciones llegó a ser el emblema de la Iglesia Evangélica Alemana (EKD). Como tal, la EKD y su correlato del siglo XIX se originó como una institución paraguas de la cual dependió también la CEAM hasta la década de los sesentas del siglo pasado. Así se fue forjando el destino unido de esta comunidad en Montevideo y las del Río de la Plata.
Por supuesto que esto también tuvo que ver con la apertura que los países recientemente liberados de España hicieron, permitiendo el ingreso a inmigrantes entre ellos del centro y norte europeos, muchos de tradición protestante. Los pastores fundadores enviados desde Alemania para atender a los nuevos inmigrantes de las Iglesias Luterana, Reformada y de la Iglesia Unida les dieron a las nuevas comunidades la impronta de la Iglesia de la Unión. Así alemanes luteranos, de la iglesia de la Unión, suizos calvinistas y zwinglianos como así también franceses hugonotes y más tarde los Alemanes del Volga, entre otros, sintieron la necesidad de fundar una iglesia con las características unionistas que permitía una convivencia religiosa con impronta prusiana.
La CEAM en el Uruguay
La CEAM es una Congregación que se fue estableciendo en la ciudad de Montevideo de a poco a principios del siglo XIX. La primera predicación en el Río de la Plata fue hecha por el Pastor Augusto Luis Siegel, en 1843, que pasó por Montevideo camino a su destino final, la Congregación Evangélica Alemana de Buenos Aires.
Pasó más de una década hasta que se concretó su fundación en el año 1857 junto al Colegio Alemán (desde 1888 independiente). Tanto la Congregación como el Colegio contaban con apenas un puñado de miembros y alumnos y tuvieron la fuerte convicción de ir consolidando ambas instituciones. El primer Pastor y Maestro fue el Dr. Otto Woysch, cuya principal tarea era la de pastorear la Congregación recién fundada. Luego de transcurrir 160 años y pasar por la congregación trece pastores, todos enviados de Alemania, su pastor catorceavo es un latinoamericano, el Pastor Dr. Jerónimo Granados, oriundo de Mendoza, Argentina y que se doctoró en el Instituto de Arte y Arquitectura eclesiásticos de la Facultad Evangélica de Teología de la emblemática Universidad de Marburgo, fundada por Felipe I de Hesse, Conde de Marburgo, para apoyar la reforma que estaba haciendo Lutero y que fue la primera universidad protestante del mundo.
Pero el siglo XXI encontró a la CEAM en plena transformación respecto a su comunidad y membresía, abriendo sus puertas a todos aquellos que deseen profesar la fe evangélica dentro del marco luterano y reformado. La iglesia tiene un Sínodo que se reúne regularmente y que cumple la función de reunir a sus delegados congregacionales para velar por la fe evangélica y la acción diacónica. Este Sínodo trata de mantener la cohesión de la iglesia como cristianos, evangélicos, que confiesan al Dios Trino, practican sus dos sacramentos, el Bautismo y la Santa Cena (Eucaristía) y siguen las enseñanzas de la Biblia y sus Reformadores, Lutero, Zwinglio y Calvino.
La iglesia es dirigida por una Junta Directiva formada por laicos y pastores elegidos en una Asamblea oficial anual. La misma apoya a sus pastores en su tarea encomendada al ser ordenados por la iglesia. Todo esto bajo un respeto sobre las diversas modalidades de ser iglesia en Argentina, Paraguay y Uruguay. Mantiene su identidad como iglesia evangélica y se relaciona en forma ecuménica con la Iglesia Católica y otras iglesias evangélicas y en lo interreligioso con la Comunidad Judía, donde reconoce sus raíces veterotestamentarias de la Biblia.
Toda su rica historia marcó una trayectoria importante en la sociedad uruguaya dejando la impronta de muchos de sus fundadores y posteriores descendientes. Desde su fundación ha sido reconocida por el Estado Uruguayo, un Estado que desde hace 100 años está marcado por la laicidad y dentro de ese marco respeta a todas las instituciones religiosas que profesan su fe al igual que otras instituciones civiles que ayudan a construir un colectivo plural en su sociedad en el territorio uruguayo. Además la CEAM mantiene lazos con las Embajadas de Alemania y de Suiza.
Actividades por los 500 años
Este año se cumplen los 500 años de la Reforma Protestante encabezada por Lutero y los 160 años de la Congregación Evangélica Alemana de Montevideo que ha extendido sus lugares de predicación a Atlántica y Punta del Este. Por tal motivo se están realizado muchas actividades alusivas con cultos, conciertos y conferencias que culminarán el 25 de Octubre con una conferencia interdisciplinaria con la participación de las principales bancadas; el 30 de Octubre con el concierto de órgano del Maestro Arno Hartmann de Alemania y un Culto Solemne donde cooficiarán los Pastores evangélicos Jerónimo Granados y Octavio Burgoa, el Vicario General de la Iglesia Anglicana David George y de la Iglesia Católica el Cardenal Daniel Sturla. Quedan todos cordialmente invitados a participar de este hito en la sociedad uruguaya y de Montevideo.