El pasado 7 de octubre se realizó en la Fundación Konrad Adenauer el foro “Religión y política: desafíos globales y locales”. ¿La propuesta? Reflexionar sobre aspectos políticos de la religión y de la religión en la política. En realidad, debería decir “religiones”, puesto que se trató también de miradas de y desde distintas religiones y de un diálogo interreligioso.
El panel, coordinado por la periodista Denise Mota, estuvo compuesto por tres disertantes: el Prof. Dr. Néstor Da Costa (del CLAEH), el Lic. Nicolás Iglesias (GEMRIP-OBSUR) y la Prof. Susana Mangana (UCU). Cada uno de ellos puso el enfoque en aspectos vinculados a alguna religión: catolicismo, protestantismo e islamismo respectivamente.
La política del Papa Francisco
Da Costa centró su ponencia en la figura del Papa Francisco, un papa cuyos gestos y palabras vienen repercutiendo dentro y fuera de la Iglesia Católica. Francisco es un papa que sabe moverse en las esferas políticas y desde allí ha sabido dar señales claras sobre la dirección que está dando a su papado y sobre temáticas de interés de la humanidad toda. Un ejemplo claro es la encíclica Laudato Si’, a la que Carta OBSUR ha dedicado su último número.
El papado de Francisco, según señaló Da Costa, viene cargado de símbolos importantes. Algunos de ellos tienen que ver con su manera de vivir y relacionarse con los demás, mostrando sencillez, cercanía, apertura. Otros apuntan a los énfasis que entiende debe tener la Iglesia Católica frente a problemas del mundo actual.
Y es que Francisco se ha posicionado como un líder. En un mundo donde parece carecer de líderes, Francisco aparece como una figura que lidera con valores.
Evangélicos en la política uruguaya
Nicolás Iglesias, por su parte, comenzó su presentación con una historia de la presencia del mundo evangélico en nuestras tierras. Presencia que ha ido en aumento y que en las últimas décadas se ha visto acrecentada particularmente por el mundo neopentecostal. Un neopentecostalismo que no ve a la política como algo ajeno, sino como un campo en el que hay que estar.
No es novedad la presencia de una bancada evangélica en el parlamento nacional en esta legislatura. Aparece así en la política uruguaya un grupo de legisladores que se posicionan desde su ser cristiano y de pertenencia a alguna iglesia en particular. Es desde allí que hacen política o que elijen militar activamente en espacios políticos. Estar en el parlamento es estar en espacios de incidencia, donde se puede actuar.
Para todos los uruguayos, acostumbrados a que lo religioso no forme parte de los espacios públicos, esta novedad supone desafíos. Entre ellos, Iglesias menciona:
- Comprender la sociedad como plural cultural y religiosamente hablando
- Reconocer la participación de la pluralidad de actores
- Ver toda la comunidad y comprender que existen diferentes lentes e identidades
- Educar en la diversidad, en una cultura de diálogo interreligioso dentro de las propias iglesias. Educar en una ética de la convivencia.
Oriente Medio
Susana Mangana nos adentró en ese mundo complejo que es el de Oriente Medio y la diversidad de confesiones religiosas que existen allí. En medio de todo ello una guerra que no cesa; en Siria, en Irak… Y un Estado Islámico que crece; y que no tiene nada de musulmán ni de religioso. A veces hay cosas que se nos confunden.
El fundamentalismo crece, no sólo en Oriente Medio, ante ausencia de límites. Las personas necesitan un líder que les diga a dónde tienen que ir, qué tienen que mirar, qué tienen que hacer. Esta necesidad se ve cubierta por grupos fundamentalistas como el Estado Islámico. Falta liderazgo.
Se presenta así el desafío de cómo combatir las ideologías extremistas. Cómo erradicar el odio indiferente. Necesitamos trabajar más con comunidades religiosas, con los referentes y con los guías espirituales. Los desafíos son muchos.