MOVIDOS POR LA RENOVACIÓN DE MONS. LUIS BACCINO

Este mes OBSUR está publicando una nueva obra dedicada a reconocer personalidades (si es que cabe la palabra) de la Iglesia uruguaya, que hicieron un aporte significativo en la promoción y participación de los cristianos en espacios eclesiales y sociales, y en posicionar a la Iglesia en diálogo con la sociedad, aportando a ella. En esta línea se publicó un libro sobre Paco Berdiñas, por ejemplo.

En esta ocasión el “homenajeado” es Mons. Luis Baccino, quien fuera obispo de San José de Mayo. El historiador maragato Andrés Azpiroz lo hace en su obra “Luis Baccino. Movidos por la renovación: la promoción de los laicos y el reformismo social católico desde la diócesis de San José en los tempranos sesenta”.

Es interesante, en primer lugar, porque recoge el papel de una figura poco conocida para las nuevas generaciones montevideanas, como es mi caso. Lo he dicho en otras ocasiones, pero publicaciones de este tipo nos permiten a los capitalinos abrir fronteras hacia un país y una iglesia mucho más amplios y con mayor diversidad de la que a veces podemos creer.

El valor, no obstante, le viene de su autor y de su temática. Es un trabajo realizado con rigurosidad histórica, con la fidelidad a los datos y a las fuentes de los que la historia sabe dar fe. Claro que hay testimonios, hay entrevistas. Ellas son parte de las fuentes junto a tantos papeles que el autor debe haber recorrido en el Archivo de la Curia Montevideana y en San José, por nombrar algunos lugares. Esto no rigidiza la obra, la misma es de una lectura amena, entendible, que invita a recorrer sus páginas; pero le da respaldo a lo que allí se relata.

¿Y de qué se trata?

Sí, hablemos del contenido, que eso es lo que seguramente les interese a todos. A grandes líneas podemos decir que es un libro sobre Luis Baccino en su paso por el obispado de San José, diócesis recién creada. Pero claro, no es un paso cualquiera, sino uno que deja marcas e invitar a seguir pensando sobre él.

Mons. Baccino recibe el impulso de la renovación conciliar, de la cual el autor da cuenta en los primeros capítulos. Y también hay otro hito que parece marcar sus opciones pastorales que es la “Pastoral del Agro” de mons. Carlos Parteli, por entonces Obispo de Tacuarembó.

Al decir del autor, hay dos grandes apuestas de Baccino durante su obispado: el fortalecimiento del laicado y la reforma de la catequesis. Así marcharon jóvenes y sacerdotes al exterior a formarse en estas áreas. Su preocupación por el laicado se extiende especialmente en el mundo del trabajo y el mundo rural. Bajo su impulso se crea en San José la Juventud Agraria Católica, el Movimiento Familiar Rural y el Instituto de Formación Rural. También esto exigió enviar a formarse a diversos dirigentes. Una apuesta integral, sin duda.

Conocer estas experiencias, incluso de la mano de muchos protagonistas, sí que vale la pena. Para conocer la historia, para conocer experiencias de una iglesia conciliar. Y para nutrirnos de experiencias que si bien no para repetir, sí pueden impulsarnos a pensar nuestras propias experiencias hoy.

Gracias Andrés por permitirnos acercarnos a esta historia.